La escritora especialista en viajes, Tracey Tullis, enumera en Lifehack 15 razones por las que la gente que viaja a menudo tiene más probabilidad de alcanzar el éxito en los negocios:
Aprenden a desplazar su zona de confort: Al encontrarse en situaciones desconocidas, con regularidad, las personas que viajan mucho se ven obligadas a trabajar por necesidad en un ambiente que no conocen. Esta circunstancia les ofrece un sinfín de nuevas experiencias en las que aprenden estrategias muy útiles para afrontar la incertidumbre y mantener la calma. Se trata de una habilidad clave para el éxito en los negocios.
Acogen de buen grado los cambios: Viajar es sinónimo de novedad. La gente que está constantemente rodeada de cosas nuevas y diferentes no suele caer en el aburrimiento y aprende a concentrarse mejor. Esta forma de pensar inspira a la innovación y la creatividad.
Saben gestionar sus emociones: Esto se debe a que experimentan diversos grados de tensión de manera rutinaria: apretadas conexiones de vuelos, interrogatorios del personal de aduanas, problemas en los hoteles, etc. Así, las personas que viajan mucho perfeccionan el dominio de sus emociones y mantienen la calma en momentos de gran estrés, gracias a que desarrollan un mayor autocontrol. Esta cualidad es decisiva para aumentar la productividad y es de gran ayuda para alcanzar la felicidad en la vida, el éxito final.
No siempre pueden controlar en quién confiar: La gente que se desplaza a menudo se ve obligada a confiar en desconocidos. Tienen que enfrentarse a barreras como el idioma, a taxistas en ciudades extrañas, y a menudo dependen del tipo de persona que se encuentren. Aceptar el hecho de que no siempre se puede tener todo bajo control, ayuda a establecer nuevas relaciones. Desarrollan la confianza en su capacidad de elegir amistades y conocidos auténticos, y dignos de confianza.
Aprenden a afrontar el miedo y a superarlo: La clave del éxito se basa en pasar a la acción. Cuando se viaja mucho, uno se encuentra en situaciones en donde no hay marcha atrás. Esto hace que nos tengamos que enfrentar a nuestros miedos y desarrollar habilidades que nos ayuden a superarlos.
Reconocen y aprovechan las oportunidades: Dada la gran variedad de experiencias y conocimientos que proporciona el viajar, estas personas descubren nuevas y mejores formas de actuar, al estar expuestos a las diferencias de cultura y costumbres. Y este aprendizaje les ayuda a reconocer las oportunidades de mejora e innovación.
Saben negociar para conseguir sus propósitos: Cuando viajas te encuentras en situaciones en las que debes negociar para evitar que se aprovechen de ti. Es necesario desarrollar unas buenas habilidades de negociación para conseguir lo que se quiere o se necesita sin llegar a ser agresivo o grosero. Esta habilidad es importante a la hora de hacer ver a los demás y ayudarles a comprender tus ideas en los negocios y a posicionarte como líder.
Confían en sí mismos y saben guardar las apariencias: Las personas que viajan mucho aprenden a confiar en sí mismos y adquieren la seguridad de que pueden lograr lo que se proponen. Esta habilidad les ayuda a ser persistentes frente a los obstáculos y a recuperarse mejor tras el fracaso.
Entienden mejor las diferencias entre las personas y son más receptivos: Debido a que no paran de conocer a gente nueva, a los viajeros frecuentes las preguntas les surgen de forma natural, fruto de su curiosidad y su deseo de conocer los lugares, culturas y gentes. Esto les lleva a mejorarse en la forma de conversar, y a ser buenos formulando preguntas, lo cual facilita entablar nuevas amistades y ser apreciados por los demás.
Saben vivir el momento: Aprender a vivir el momento tiene muchos beneficios físicos y mentales. La gente que viaja a menudo es consciente de la fugacidad del tiempo en cada lugar determinado. Esto les lleva a reflexionar y decidir disfrutar el momento con más frecuencia que los demás.
Sonríen y se sienten felices más a menudo: Los estudios demuestran que viajar incrementa la felicidad. Los viajeros frecuentes sonríen más y se sienten más felices en comparación a la media, ya que conocen a gente nueva y diferente, otros placeres y visitan lugares increíbles con regularidad. Esta capacidad de disfrutar el momento ayuda a ser feliz.
Saben lo importante que resulta escuchar: Aprenden a centrarse y a escuchar lo que la gente quiere decir realmente, lo cual es esencial para lograr el éxito en la vida. Para triunfar es preciso establecer relaciones, y para que sean sólidas hay que entender a los demás. Las personas que viajan mucho saben lo que los otros necesitan oir con el fin de que haya un buen entendimiento.
Son menos críticos y adquieren más empatía: Los grandes líderes son conscientes de que la capacidad de entender a los demás y comunicarse bien les hace ganar en lealtad y en prosperidad para el negocio. Las personas que viajan mucho suelen mostrar empatía y evitan hacer juicios de valor. La empatía es fruto de la voluntad de entendimiento, y en estas personas esa predisposición es natural.
No se harán ricos pero saben administrar el dinero: Los viajeros frecuentes saben dónde pueden sacarle más provecho al dinero. Al desplazarse tanto de un lugar a otro, tienen la opción de elegir lugares acordes a su nivel de vida. Las personas que viajan y trabajan pueden vivir bien con menos dinero en una gran cantidad de países.
Articulo tomado de: http://www.kienyke.com/
Articulo tomado de: http://www.kienyke.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario