Muchas personas tenían la ilusión de hacer realidad sus propósitos de viaje este año, pero con un dólar que está entre los $3.300 y $3.400 parece que sería mejor esperar un tiempo. ¿Aún insiste en irse? Tenga en cuenta lo siguiente.
No se preocupe, esta es la meta que tienen muchas personas más para este año, así que usted no será el único. El problema es que hay quienes también han evaluado la situación porque, como sabe, viajar al exterior implica usar una moneda de cambio para poder hacer compras en otros países y, la más usada, siempre será el dólar.
Pero hoy en día para los colombianos esto no resulta un buen negocio. Resulta que el peso colombiano, en relación con el dólar, ha perdido valor; lo que hace que tengamos que dar más pesos por cada dólar. Hoy en día nos puede salir más del 30% más caro hacer compras en el extranjero o viajar a cualquier otro país, teniendo en cuenta que hace un año la moneda norteamericana estaba en un valor de $2.500.
En cuentas rápidas, mientras usted encontraba hace un año un plan todo incluido a Miami en US$800, que se traducía en esa época en $2 millones; hoy tiene que pagar $640.000 más por ese mismo viaje, simplemente por este fenómeno de la apreciación del dólar con respecto al peso colombiano. Así, no hay que ser experto en economía para saber que ahora todo es más caro.
Al respecto, un estudio comparativo realizado por el buscador de hoteles Trivago, indica que el interés de los colombianos en viajar a los Estados Unidos disminuyó un 44% en comparación con el 2015. En sí, las consultas a destinos en el país norteamericano pasaron de representar el 10,67% de las búsquedas totales en Trivago Colombia en 2014, a 5,98% para el mismo periodo este año. Además que los precios promedio de alojamiento aumentaron un 25% en comparación con el 2014.
¿Nada que hacer?
Definitivamente, no espere encontrar precios económicos. De que va a salir más costoso que hace un año, va a suceder así. Así que puede que le tome un tiempo más hacer un incremento de 30% para el presupuesto que tenía estimado o si decide endeudarse, también considere cómo hacerlo para no quedarse empeñado después de que regrese de su viaje feliz.
Estrategia uno:
Es lo básico: ahorre, ahorre y siga ahorrando. Si su capricho está por encima de su bolsillo y considera que no puede esperar a que el nivel del dólar se modere un poco (los analistas estiman que, al menos, a final de año o en 2017 puede llegar a estar en $3.000), la mejor estrategia que podrá poner en práctica es destinar un porcentaje importante de su presupuesto mensual a su viaje. Si venía ahorrando de a $100 mil mensuales, increméntele unos $30.000 o $40.000 más para que pueda cargar con los nuevos precios que se va a encontrar cuando salga del país.
Incluso, si aún le queda un buen tiempo para hacer su viaje, porque piensa hacerlo después de mitad de año, por ejemplo, es bueno que abra un producto de ahorro específico para esto en el que, al menos, pueda recibir una rentabilidad mínima, es decir, que si usted deposita el millón de pesos que ya tiene ahorrado y lo deja en una cuenta que le dan el 4% de rentabilidad anual, al menos va a tener cerca de $10.000 en cuatro meses que, si bien es poco, al menos es dinero que antes no tenía. Obviamente la estrategia es que entre más alta sea la tasa, mejor será para usted.
Y si todo lo va a hacer con algún crédito o con la tarjeta, le deseamos buena suerte. No lo intentaremos convencer que no la use, pero le diremos que teniendo en cuenta las tarifas que cobran los bancos en el exterior y que es probable que el Banco de la República siga aumentando tasas, su deuda en 6 meses puede resultarle más costosa de lo que hoy calcula.
Estrategia dos:
Aunque no lo considere: busque descuentos. Hágalo en todo: tiquetes, paquetes “todo incluido”, tours, hasta la alimentación. La ventaja es que muchos países incentivan el turismo de esa forma y, destinos como Estados Unidos, tienen distintos sistemas de descuentos y cupones. Aunque es una estrategia a la que también puede acceder desde el país.
“Siempre insistimos en que hay que adaptarse al mercado, e innovar es la salida, especialmente en épocas con turbulencias económicas como esta. La compra de viajes a través de cupones ha venido creciendo en Colombia y en la región. Definitivamente, esta opción es el camino para poder obtener mayores descuentos y beneficios durante un viaje de placer”, afirma Mauricio Chiappe, Country Manager de Cuponatic.com.co.
Estrategia tres:
Aproveche ferias y oportunidades que brindan los distintos países para considerar nuevos destinos. Por ejemplo, actualmente se está llevando a cabo la Vitrina Turística realizada por la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo, Anato, en la que hay una muestra de 60% destinos internacional y 40% área nacional, mientras que el 63% de las participantes son empresas nacionales y el 37% internacionales entre los que se cuentan Agencias de Viajes, Mayoristas, operadores, hoteles, aerolíneas, oficinas de turismo, cruceros, tecnología, etc.
Esté atento a la publicidad que vea y las promociones de las distintas agencias de viajes, siempre procurando que sea legal y que realmente se cumplan las condiciones que le ofrecen.
Estrategia cuatro:
Suena un poco evidente, pero la idea es que viaje en temporada baja. Si es de quienes tiene un trabajo flexible, que le permite escoger sus periodos de vacaciones, haga provecho de ello. Además, tenga en cuenta que cada país puede tener su propia temporada, por lo que tendrá que averiguar bien esta información y así, aprovechar las respectivas tarifas.
Para explicar un poco mejor cómo funcionan las temporadas, la Jefe de Revenue Management de VivaColombia explica que: “las temporadas son marcadas por la demanda; es decir, dependen de cuántos pasajeros quieren viajar. Normalmente los meses de temporada alta son enero, junio a agosto y diciembre. Los demás meses son considerados temporada baja, en la cual hay periodos cortos de temporada alta como conciertos, ferias, puentes o vacaciones cortas como las de Semana Santa”.
Estrategia cinco:
Estados Unidos, sin duda, será el más costoso destino por tener un cambio directo de peso colombiano a dólar. Es por eso que la última sugerencia que le damos es considerar destinos en los que su moneda también haya sufrido una alta devaluación y que le permitan que las monedas sean casi similares en su poder adquisitivo o, lo que se traduce, en comprar en precios similares a lo que sucedería aquí en Colombia (obviamente no tan económicos). Ejemplos de esto son Perú, México, Chile, Argentina y Brasil (aunque con éstos dos últimos, como tienen inflación alta, hay que tener precauciones.
